Ecosistemas
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Predominan
el bosque húmedo tropical de tierras bajas, donde abundan las palmeras y
se pueden encontrar también enclaves de herbazales y arbustales; los
bosques ribereños o bosques de galería; los bosques de taludes,
siempreverdes húmedos y continuos característicos de los taludes de
escombros rocosos situados al pie de las altiplanicies tepuyanas;
bosques tepuyanos, lleno de endemismos y ecosistemas arbustales y
herbáceos. Esta vegetación es característica de la región y se
desarrolla sobre suelos muy ácidos, derivados de la descomposición de
las areniscas. Las sabanas y bosques de galerías, los cuales se sitúan a
lo largo de los cursos de los ríos y quebradas que atraviesan las
sabanas. Estos bosques presentan una vegetación muy variada donde se
observan gran variedad de árboles, arbustos, bejucos, plantas epífitas y
la palma moriche. En los ríos de aguas turbulentas y en los numerosos
saltos crecen sobre las rocas expuestas, plantas muy peculiares que
forman alfombras de color verdoso o bronceado, que son plantas
fanerógamas de la familia Podostemacea. Entre los 600 y 1200 m de
altitud se comienza a observar los bosques ombrófilos submontanos
siempre verdes, de altura media-alta (20 - 30 m) densos y con sotobosque
bien desarrollado. A partir de los 1200 hasta los 2000 m al pie de los
farallones de los grandes macizos tepuyanos crecen los bosques
ombrófilos montanos siempre verdes, incluyendo bosques bajos tepuyanos
por encima de los 1700 m que son comunidades densas de alturas medias a
altas con sotobosque cerrado y a veces con muchas epífitas.
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Geología y geomorfología
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Esta
región al igual que otras regiones geológicas continentales fue
sometida a varios períodos de levantamiento y hundimiento tectónicos de
manera que ciertas áreas del escudo quedaron más expuestas que otras a
la erosión. Esto determinó la presencia de valles y tepuyes con alturas
entre los 400 y 2810 m. Los tepuyes son relieves rocosos
característicos de forma tabular y aislados que se levantan abruptamente
sobre las superficies más bajas circundantes cubiertas de vegetación de
sabana o de bosque. Estas elevadas y amesetadas superficies de rocas
duras están delimitadas por escarpados verticales o casi verticales,
generalmente desprovistos de vegetación, de allí frecuentemente se
desprenden saltos de agua de diferentes dimensiones. En el sector
occidental del parque, gran parte de los paisajes están dominados por
terrenos irregulares con grandes. En el sector oriental, destaca el
amplio paisaje de la Gran Sabana el cual se caracteriza por presentar
lomas u ondulaciones.
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Clima
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El
clima es lluvioso cálido de selva tipo amazónico y templado de altura
tropical. La temperatura media anual oscila alrededor de los 20º C
descendiendo significativamente en función de la altitud. La
precipitación anual varía entre los 1200 - 1600 mm.
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Hidrografía
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La
densa y extensa red hidrográfica del área está dominada por la cuenca
del río Caroní, principal tributario del Orinoco y segundo curso de agua
más importante del Macizo Guayanés. El río Caroní posee un alto valor
estratégico, no solo en términos de su elevado caudal que alcanza un
promedio anual de 2.487 m3 en Caruachi, sino; igualmente, porque sobre
su cauce se han construido los embalses más importantes del país como
generadores de energía hidroeléctrica que alimenta la red nacional en un
alto porcentaje, a partir de las plantas de Gurí, Macagua I-II y
Caruachi. Las subcuencas más representativas del parque son las
siguientes: la del río Kukenán, cuyas nacientes están localizadas en el
Kukenán-tepui, a 2700 m de altitud; la de Arabopó, el cual nace en el
cerro Roraima y la del Aponwao, río que nace en la Sierra de Lema,
concretamente en cerro Venamo.
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Especies representativas
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La
flora es variada y rica en especies endémicas. En la zona del bosque
húmedo de tierras bajas destaca la presencia de palmas tales como: la
amuniña (Astrocaryum gynacantum), el cocurito (Attalea maripa) y el yuruak o cerbatana (Iriartella setigera). En los bosques ribereños resalta la presencia del moriche (Mauritia flexuosa) y el seje chiquito (Oenocarpus vacaba). En los bosques de taludes sobresalen los siguientes elementos florísticos arbóreos: Virola surinamensis (Mysisticaceae), Protium heptaphyllum (Burseraceae), Tabebuia insignis (Bignoniaceae), Anaxogorea petiolata (Annonaceae), Alexa confusa (Fabaceae), Ruizterania ferruginea (Vochysiaceae), Licania micrantha (Chrysobalanaceae), Simarouba amara (Simaroubaceae), Minquartia guianensis (Olacaceae), Pouroma sp. (Cecropiaceae) y Byrsonima stipulacea (Malpighiaceae). En el bosque tepuyano la especie Bonnetia roraimae es el integrante arbóreo dominante. En los arbustales tepuyanos destaca la presencia de Tepuianthus auyantepuiensis.
En la cumbre del Auyantepui y del macizo de Chimanta se han observado
varios géneros de plantas endémicas, como son los géneros Ayensua, perteneciente a la familia Bromeliaceae, Tepuia de la Ericaceae, Mallophyton de las Melastomataceae y Coryphothamnus de la Rubiaceae. También en las cimas de los tepuyes se pueden observar plantas insectívoras, pertenecientes a los géneros Helamphora, Drosera y Utricularia,
las cuales habitan en la capa delgada de los suelos que reposan
directamente sobre la roca madre. En los herbazales, destacan los
géneros de gramíneas tales como: Axonopus y Trachypogon.
Hasta la fecha, la fauna ha sido relativamente poco estudiada; sin
embargo, es muy similar a la dominante en toda la región de la Guayana
venezolana, aunque muchas especies destacan por su alto endemismo en
lugares como los tepuyes, particularmente en la cima de ellos. Entre los
invertebrados sobresalen por su abundancia y belleza las mariposas de
variados tamaños y colores; particularmente las familias Hesperiidae, Papilionidae y Peridae. Coleópteros y hormigas se distinguen también por su proliferación, como Carabidae y Scarabeidae,
entre los primeros y el género Atta, entre los segundos. Respecto a los
vertebrados, pueden encontrarse variadas especies de anfibios, entre
los cuales destaca el llamado sapito minero (Dendrobates leucomelas). En referencia a los reptiles se han inventariado más de 41 especies. En la zona de morichales destaca el caimán negro (Paleosuchus trigonatus). Las serpientes no venenosas como la boa tornasol (Epiceates cenheria), la boa esmeralda (Corallus caninus) y la anaconda (Eunectes murimus) habitan los espacios del parque, al igual que entre las venenosas, la mapanare (Bothrops atrox), la cuaima (Lachesis muta) y la cascabel (Crotalus durissus). Los mamíferos están representados al menos por unas 145 especies. Relativamente importante es la presencia del puma (Puma concolor), la del coatí (Nassua nassua) y del oso melero (Tamandua tretradactyla).
La presencia de monos aulladores pequeños es resaltante, pero escasa la
de monos grandes. Se encuentran también el armadillo gigante, el perro
de agua grande o nutria gigante amazónica y el ocelote o cunaguaro
manigordo. La avifauna del Parque Nacional Canaima, es abundante y
variada. Se han reportado más de 364 especies. Las aves de plumaje
brillante se distinguen por su gran vistosidad y belleza, es el caso del
llamado gallito de las rocas (Rupícola rupícola), las numerosas
especies de loros, pericos, colibríes, cardenales, tucanes e incluso se
destaca la presencia del ave guácharo (Steatornis caripensis) en la cima de algunos tepuyes.
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miércoles, 22 de enero de 2014
ecosistemas
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